intercambio de experiencias con adultos mayores

INTERCAMBIO DE EXPERIENCIAS

Hoy compartimos las palabras de la Lic. Mariana Rodriguez, quien nos da a conocer envejeSERES, un proyecto que promueve la salud integral desde la psicogerontología.


EnvejeSERES

 Equipo de Salud Mental para Personas Mayores que padecen sufrimiento psíquico.

La misión de EnvejeSERES es crear dispositivos para intervenir y aliviar el sufrimiento psíquico de las personas mayores, sus cónyuges y sus familiares, según el padecimiento psíquico u somatopsiquico que estén atravesando.

La pérdidas de personas significativas, los cambios en los roles sociales, las patologías orgánicas y la soledad, son fuentes de sufrimiento y padecimientos emocionales.

EnvejeSERES ofrece dispositivos terapéuticos individuales y grupales para la construcción de vínculos amparantes que posibiliten el alivio del sufrimiento y la elaboración psíquica.

El equipo de salud mental trabaja desde el marco teórico de la Clínica del Sufrimiento. Esto implica un posicionamiento ético en el campo clínico  donde intervenimos, ya que no patologizamos los duelos normales ni la tristeza. La vida, los vínculos, el cuerpo, pueden ser fuente de sufrimiento psíquico  y no necesariamente transformarse en psicopatología.

Spivacow (2011) define como Sufrimiento al ” registro conciente de un malestar por un sujeto”. El autor se pregunta:

¿Qué implica pensar la clínica desde el sufrimiento, entendido, a diferencia de la angustia, como el registro conciente de un malestar por un sujeto? Freud tomó como las grandes referencias para organizar su clínica a las diversas formas de la angustia y a las neurosis de transferencia y en su aproximación terapéutica predomina el establecimiento de un diagnóstico…el principal hilo conductor de la clínica freudiana no es el sufrimiento. Tomarlo como una referencia importante de nuestra práctica implica poner en un segundo plano muchas cuestiones de clasificación diagnóstica y al mismo tiempo supone la actitud de ayudar a la gente que vive, ama y sufre sin que nuestro mapa de ruta sea la psicopatología (p.1)

Coincidimos con el autor, en que “pensar  la clínica desde el sufrimiento implica aceptar que el padecimiento  del que consulta merece nuestro esfuerzo como analistas independientemente de nuestros saberes diagnósticos  (p.1)

El Equipo de EnvejeSERES investiga e interviene en los vínculos de las personas envejecientes desde  la mediana edad. Actualmente hay enfermedades que aún no presentan cura, como las demencias, y es a partir de los vínculos, desde donde se puede intervenir para ofrecer calidad de vida a los padecientes y aliviar su sufrimiento.

Una de las investigadoras del campo psicoanalítico que enriquece nuestras conceptualizaciones es Solchi Lifac. En sus publicaciones ella explica:

“Envejecer es una dura tarea. Aquí o en cualquier parte implica una afrenta al narcisismo personal. Es la etapa de la vida signada por la magnitud e importancia de sus duelos (p.2)

Perder al objeto es perderse a sí mismo, es quedar aniquilado (p.4)

El cambio asusta, con mayor razón en esta etapa de la vida  en la que no se lo percibe como apertura sino como una ruptura con el pasado, que a menudo es lo único que a ciencia cierta queda. Hacen falta parámetros, puntos de referencia inamovibles (…) El statu quo otorga a la vez una seguridad de tipo ontológica: “mientras todo sigue igual, soy el mismo”. La cotidianidad por lo tanto, como estructuración vincular, asume una función amparadora (p.4)

Las familias, las parejas, los hermanos y cualquier otra estructura vincular puede desempeñar funciones amparantes para una persona mayor.

En la actualidad se observa en nuestro país envejecimiento poblacional femenino, aumento de hogares unipersonales de viudas, viejos que cuidan viejos, y menor cantidad de mujeres en el rol de cuidadoras de familiares por estar insertas en el mercado laboral.

Los abordajes individuales y grupales de EnvejeSERES están pensados para intervenir en el sufrimiento psíquico tanto de las personas afectadas de enfermedades crónicas discapacitantes, como en el de los familiares y cónyuges que se encuentran en la circunstancia vital, de tener a un ser querido enfermo y tener que ocupar el rol de cuidadores. Estas personas deben plantearse el modo de enfrentar las problemáticas que pueden prolongarse por más de 10 años.

De acuerdo a los datos de la OMS (2013) en poco tiempo las personas mayores van a alcanzar casi el 25% de la población mundial y de acuerdo a la transición epidemiológica, se manifestarán en el campo de las enfermedades orgánicas las patologías crónicas, los tumores y las neurodegenerativas. Si bien el envejecimiento es un proceso normal y vital del ser humano, el aumento de la esperanza de vida ha dado lugar a enfermedades dependientes de la edad. Actualmente, por ejemplo, en el mundo hay 40 millones de personas que viven con demencias. Esto significa que hay más de 40 millones de “compañeros de cuidado”, entre ellos cónyuges y familiares.

Son significativas las pérdidas que se observan en las enfermedades crónicas discapacitantes:

  • Pérdidas a nivel del funcionamiento mental, deterioro funcional y pérdida progresiva de autonomía.
  • Pérdidas vinculares y sociales (pérdida de roles laborales y pérdida y transformación de roles en los vínculos).
  • Pérdidas afectivas (pérdidas de amigos por alejamiento de los mismos).

Tanto las personas afectadas de enfermedades, como los que son “compañeros de cuidados” padecen pérdidas progresivas en diferentes áreas de su vida y deben enfrentar duelos muy dolorosos. Cada persona en función de su singularidad y su historia afectiva y vincular desplegará modos diferentes de funcionamiento psíquico ante dichas pérdidas, transformaciones y duelos anticipados.

En nuestro país no hay políticas públicas que apunten al apoyo y empoderamiento de las personas en situación de “compañero de cuidados”. Son las familias las que deben ocuparse de sus familiares fragilizados y dependientes, ya que la cultura dominante privilegia que el sujeto envejeciente viva en su casa y que la institucionalización sea el último recurso.

En EnvejeSERES se evalúan los modelos vinculares y  los posicionamientos  adoptados por cónyuges y familiares. Los posicionamientos pueden ser patologizantes desde vínculos simbióticos que discapacitan aún más a las personas enfermas y que generan sobrecarga en los cuidadores, o posicionamientos resilientes, que posibilitan desplegar la autonomía propia de cada integrante del vínculo.

Son muchas las consecuencias de la sobrecarga del cuidador, tanto para él como para el sujeto afectado de alguna enfermedad. Cuando el sufrimiento psíquico comienza a no poder ser elaborado, porque excede los recursos de cada persona es importante intervenir desde diferentes dispositivos para prevenir mayor sufrimiento y aumento de deterioro en la persona enferma.

En el caso específico de los cónyuges “sanos” los factores predominantes del sufrimiento psíquico incluyen fenómenos singulares como los son la ambivalencia, la bronca, el enojo, la culpa y el sentimiento de deuda, y en la dimensión vincular la modificación de los intercambios que históricamente configuraron la homeostasis del funcionamiento vincular.

Los intercambios van pautando la interacción en el interior de los vínculos y van estableciendo los posicionamientos subjetivos y el reparto de roles.

Si un vínculo de pareja sostiene una lógica dominante de funcionamiento ¿cómo la enfermedad crónica discapacitante de un integrante modifica esa lógica?   ¿Esa enfermedad irrumpe en el sistema y modifica los funcionamientos y da origen a nuevos funcionamientos alternativos? ¿Cuáles son los efectos de la enfermedad en el equilibrio logrado por los diferentes posicionamientos de los integrantes del vinculo y como se relaciona esa pérdida de equilibrio con el sufrimiento de ambos cónyuges?

Estas son algunas de las temáticas que se investigan y se despliegan en los diferentes dispositivos con objetivos terapéuticos y de apoyo y sostén emocional de personas en circunstancias sufrientes.

Cualquier profesional del campo de la psicogerontología que advierta la carencia de vínculos amparantes, tanto en personas afectadas de enfermedades crónicas discapacitantes, como en sus cónyuges y familiares, puede consultarnos, para trabajar desde un marco preventivo e interdisciplinario. En nuestros dispositivos individuales y grupales realizamos evaluación y diagnóstico sobre factores de riesgo psíquico, modalidades de enfrentamiento a vivencias dolorosas y ofrecemos la posibilidad de construir vínculos amparantes y de elaboración psíquica.

Bibliografía:

Lifac, S. (s.n) El Vínculo Conyugal en la Tercera Edad. Biblioteca “Pichon-Rivière” Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo: Fichas

Spivacow, Miguel Alejo (2011) Sobre los sufrimientos derivados de funcionamientos vinculares. En: XIX Congreso Latinoamericano FLAPAG. XXVII Jornada AAPPG. VII Jornada Nacional FAPCV : “El psicoanálisis vincular de Latinoamérica. Lo singular – Lo múltiple / Congreso Latinoamericano FLAPAG. — Buenos Aires (Argentina) : Federación Latinoamericana de Psicoterapia Analítica de Grupo ; Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo ; Federación Argentina de Psicoanálisis de las Configuraciones Vinculares, 2011.


Para contactarte con EnvejeSERES.

Directora: Lic. Mariana A. Rodríguez. Maestranda en Psicoanálisis. Especialista en Psicogerontología. licmrodriguez16@gmail.com. Cel. 1164784024.

Dispositivos Psicoterapéuticos para Personas Mayores que padecen sufrimiento psíquico:

(En Domicilio, en consultorio o en Instituciones geriátricas).

Psicoterapias focalizadas en procesos de:

  • Duelos
  • Padecimiento Orgánico y sufrimiento psíquico.
  • Procesos de retiro laboral y jubilación
  • Viudez

Estimulación cognitiva e intervenciones psicoterapéuticas para personas con enfermedades discapacitantes (En grupo o personalizadas).

Acompañamiento Terapéutico por un  Equipo de Acompañantes Terapéuticos especializados en Vejez, Deterioro Cognitivo, Demencias y otras enfermedades discapacitantes.

Dispositivos para Cónyuges y/o familiares que padecen sufrimiento psíquico:

(En Domicilio o en Consultorio)

  • Psicoterapias focalizadas.
  • Grupos de Apoyo para Cónyuges
  • Grupos de Apoyo para Familiares
  • Acompañamientos Terapéuticos Vinculares : se acompaña a la persona afectada de la enfermedad discapacitante y se acompaña a los cónyuges para aliviar la carga del cuidado y prevenir el síndrome de sobrecarga del cuidador.
  • Asesoramiento, orientación y derivación a servicios profesionales especializados según los casos.

Servicios para Profesionales del Campo Psicogerontológico.

  • Supervisiones y capacitaciones para Psicólogos
  • Supervisiones y capacitaciones para Acompañantes Terapéuticos

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