relatos de experiencias

INTERCAMBIO DE EXPERIENCIAS

Muy generosamente, seguimos recibiendo relatos de profesionales que dan a conocer su tarea profesional con personas mayores, a fin de intercambiar saberes y propuestas. En esta oportunidad Luciana Posse Mansilla y Estela Verónica Sesti, nos convidan sus  estrategias artísticas, lúdicas y sensoperceptivas que vuelcan semanalmente en la tarea gerontológica que desarrollan. ¡Bienvenidas ambas al Blog Jugarnos!


RIENDA SUELTA

Nuestro trabajo como coordinadoras de lo corporal, de lenguajes expresivos y sobre todo en la actividad con adultos mayores, tiene varios ejes,

             Juego,

Creación a partir de diferentes herramientas artísticas,

Encuentro con uno y con el otro en esta nueva etapa,

Exploración sensorial.

Ejercicios cognitivos.

Para esto nos aventuramos en un espacio de escucha al propio ser en su totalidad  (mente, cuerpo y espíritu), dándole la posibilidad de que se exprese en todos los lenguajes posibles.

A partir de temas musicales, objetos, dinámicas, juegos, etc., buscamos,  que recuperen las ganas de estar.

Con herramientas como danza, danza terapia, clown, sensopercepción,  juegos teatrales, literatura,  plástica , movimiento consciente, yoga, etc., trabajamos para que  en cada actividad aparezca el cuerpo olvidado, intentando transformar el modelo de belleza y perfección instituido.

Ejercitar todos los sentidos.

Otra de nuestras búsquedas es rescatar el trabajo en grupo, necesario, tanto en centros de jubilados como en residencias geriátricas, respetando la singularidad de cada residente.

La propuesta es recorrer caminos, recuperar un poquito de esperanza, a pesar de tanta melancolía, heridas, enojos.

Un viaje imaginario en cada encuentro.

Con el juego se unen escenas vividas, con escenas jugadas, de la propia historia y de la comunidad. Y con esto recuperar datos tal vez perdidos, olvidados.

El juego permite convertir lo siniestro en fantástico en un ambiente de alegría. Es, también factor de activación de las relaciones humanas, y en un contexto de internación geriátrica, lo social cobra importancia vital.

Conexión entre lo efímero y lo perdurable. La composición a través de la música.
El movimiento que se desvanece y toma cuerpo, en un dibujo, en un escrito, una poesía, palabras, etc.

Cada uno de los lenguajes artísticos que utilizamos tienen como fin,  el estímulo, la posibilidad de crear y recrear, entrecruzamiento entre el arte y el juego. Bucear en el artista que todos tenemos.

Apostamos por un encuadre multidisciplinario.

VIVENCIAS

Desde nuestra experiencia trabajando con adultos mayores desde el año 2012, tanto institucionalizados en residencias geriátricas, y luego en centros de jubilados, pudimos ir observando desde la praxis que además de nuestras ideas a trabajar en cada encuentro, debe existir una “escucha” grupal y singular para poder estar atentos a las necesidades de ellos/as e improvisar también desde ese lugar, corriéndonos de nuestro propio deseo.

Por supuesto lo vincular con el correr de cada clase se va afianzando entre coordinador/a y participantes.

Esa confianza se puede utilizar a nuestro favor para estar más plantados y consensuar con alguien cuando por ejemplo no quiere participar, así como también estar abiertos a la posibilidad de intercambio en juegos, accionar desde el cuerpo, la palabra, el movimiento, o una actividad específicamente cognitiva, y con diferentes recursos expresivos.

Esos intercambios, esa interacción entre lo dado desde una planificación y lo que aparece sin esperarlo… nosotras lo llamamos “hallazgo”.

Éste se manifiesta cuando los coordinados, a partir de una consigna, se apropian de ella, la hacen cuerpo y la transforman.

Muchas veces sucede con palabras y frases inesperadas, esa palabra quizá da lugar para cantar una canción, por ejemplo. Y esa misma canción puede devenir en otra, o puede surgir una conversación acerca de la canción o de las palabras que se usaron, los porqués, o para qué, o recuerdos que nos trae esa canción, etc.

Nuestro objetivo es que trabajen mente, cuerpo, y emociones, desde sus posibilidades, desde su individualidad hacia lo grupal y aparezca la identificación con sus pares.

En los geriátricos, nosotras estamos involucradas en el juego y en la acción, todo el tiempo, es decir, no estamos en un rol de observación, sino que es activo junto a ellos.

De esta manera hay un acercamiento y las actividades son muy facilitadoras para que ellos tengan un disparador tanto desde lo visual como en la escucha.

“Todos juntos emprendemos este viaje” y el juego es de todos.

Nuestras clases están abiertas a trabajar distintos aspectos y con diferentes recursos expresivos.

El cuerpo, la voz, y el juego son clave más allá de variantes en relación al trabajo con objetos.

Algunas consignas son más abstractas, de esta manera pueden trabajar expresivamente y desde la imaginación.

Otras en cambio, son bien directas, y damos lugar al trabajo cognitivo, aunque nunca separado de una propuesta lúdica.

Al ser encuentros donde trabajamos de manera dinámica y diversa, muchas personas al conocernos nos preguntan y entre ellos surge el interrogante: ¿Cómo se llama lo que hacemos?

Una anécdota a colación es cuando una compañera nueva llegaba a una de las residencias geriátricas por primera vez y participó con el grupo.

¿Esto es danza? Otro dice: Quizás es teatro…

O también una mezcla de yoga con Gimnasia, dice otra mujer.

Hasta que se escucha una voz que dice: “Esto es Gimnasia para el alma.

Nosotras, por nuestra parte, claro que tenemos una explicación formada y acotada para contarles lo que hacemos.

Pero que ellos nos sorprendan y nos pongan sus propias palabras, hace que la actividad sea un constante redescubrir-nos, son esos impulsos que te hacen sentir enraizada y es entonces cuando aparece un gran placer de retroalimentación. “Dar y recibir” se fusionan y se hacen uno.

En los primeros encuentros es muy común que al trabajar con la voz, el gesto, el juego y el cuerpo… claro que de manera progresiva, se escuchen frases como: ¿¿Pero ustedes qué se creen, que somos chicos?? ¡¡¡Nosotros ya no estamos para esto!!! ¡Cómo se nota que son jóvenes eh!

 Distintas acotaciones donde la negativa se hace presente.

Es notable como, al incluirnos nosotras en las actividades, el cambio en lo actitudinal es inmediato.

Al finalizar el encuentro y en algunas ocasiones se les pide que digan alguna palabra, al menos una sensación frente a lo acontecido. Algunas entre tantas han sido: Juego, imaginar, niñez, alegría, amor, felicidad, no tuve vergüenza, etc.

Recordamos a Elio, un hombre que hace dos años aproximadamente falleció.

Lo recordamos especialmente, porque por lo general a los hombres les cuesta mucho más poder participar de las actividades, siendo siempre mayoría las mujeres que participan de estas.

Elio fue el primer hombre que participó en forma activa en un grupo en un  geriátrico donde comenzó nuestro andar, e incentivó con su presencia a que otros participen del taller.

A los dos meses de estar ya trabajando juntos, llevamos disfraces, tenían que elegir uno, ponérselo, luego imaginar qué eran, ponerse un nombre e interactuar, entre otras propuestas.

Al finalizar tenían que decir cada uno una palabra. Elio fue contundente: Gracias por devolvernos las ganas de vivir. No tuve miedo al ridículo y me sentí un niño otra vez…

Obviamente estas respuestas nos completan en el quehacer.

Estas palabras aparecen en una actividad concreta, con preguntas directas, en donde todo sucede como un hilo conductor, como una orquesta donde todos los instrumentos suenan y tocan su propia melodía en total armonía de principio a fin, quizá con algunos vaivenes siempre en el “entre” pero todos se encuentran en ese resonar.

Sin embargo dependiendo de cómo se encuentren ellos, las energías del momento, algún fallecimiento, etc., puede pasar que al trabajar involucrando al cuerpo, moviéndolo y con diferentes disparadores,  uno lleve un recurso lúdico, y resulta que aparecen enmascarados, o no, temas sociales,  y/ o miedos, como la muerte, la enfermedad, u otras emociones.

Se analiza rápidamente el contexto y se trabajan estos temas en esa clase o en las próximas, que no sólo se abordan desde la palabra, sino con textos, por ejemplo, u otros recursos expresivos.

Trabajamos, entonces con los emergentes que surgen en cada encuentro.

En centros de jubilados abordamos la memoria, pero desde un taller creativo y a través del movimiento y juegos en pie. En una segunda instancia o viceversa nos sentamos y trabajamos con distintos materiales, lo vivenciado anteriormente. Entrecruzamientos de lenguajes.

Más allá de la bibliografía que abarca propiamente la tercera edad, hemos aprendido en nuestro propio recorrido a no etiquetar ni elegir las actividades por edad cronológica o técnica.

Todo material es bienvenido a la hora de aportar para la creación y recreación de las personas. Libros sobre juego, sobre juegos teatrales, yoga, danza terapia, incluso textos que son orientados para chicos, todo tipo de ejercicio lo podemos readaptar según el contexto. Libros de poesía, de cuentos, de ejercicios mentales, etc.

Tenemos pacientes hasta con Alzheimer que en principio no podían participar en nada y paulatinamente lo van haciendo, así como personas totalmente negadas a participar y que luego a través de los encuentros lo hacen o participan desde su lugar.

Para nosotras trabajar desde la singularidad pero a través de  “lo grupal” es primordial. Para esto todas las clases se realizan de manera central en forma circular, para poder tener más libertad de movimiento,  poder mirarnos las caras, conocernos mejor.

Poder desandar un cuerpo o una mente estancada y ponernos todos en acción es el objetivo.

La afectividad es acompañante permanentemente.

La emoción en la producción y como ellos la reproducen y pasa a ser su propia obra de arte en cada encuentro, nos hace repensar permanentemente en el envejecimiento activo, que todo es posible, más allá de las problemáticas individuales, y que nadie, ni nosotros mismos sabemos de qué es capaz un cuerpo, el nuestro, nuestro ser.

Un viaje, un camino inexorable, y la vejez no está exenta de él.

Actualmente además de trabajar juntas e individualmente, estamos contando con un espacio propio en el cual además de brindar diversas actividades, estaremos trabajando ambas en encuentros mensuales enfocados al cuerpo, la expresividad, creatividad, y aspectos cognitivos desde la escritura y propuestas lúdicas.

Bibliografía sugerida por las autoras del relato:

  • Antropología del cuerpo y la modernidad, autor: David Le Breton.
  • 101 juegos de dramatización para niños, autor: Paul Rooyackers.
  • Mayores en Juego, y Jugada Mente, autoras: Agustina Mana y Guadalupe Mandaradoni.
  • Gramática de la fantasía,  Introducción al arte de inventar historias. Gianni Rodari.
  • Free Play, La improvisación en la vida y en el arte. Stephen Nachmanovitch.
  • Manual de juegos y ejercicios teatrales, de Jorge Holowatuck y Débora Astrosky
  • Arteterapia, semánticas y morfologías. Alejandro Reising.

Para ponerse en contacto con las profesionales de Rienda Suelta:

Luciana Posse Mansilla

Actriz, Coordinadora de Trabajo Corporal y Recursos Expresivos. Profesora de yoga.

Cel: 1566750874

Mail: lpossem@hotmail.com

Estela Verónica Sesti

Bailarina, Coordinadora de Trabajo Corporal y Recursos Expresivos. Danzaterapeuta.

Cel: 1536916913

Mail: estela.sesti@gmail.com

 

 

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